En el mundo de los escritorios Linux, la personalización siempre ha sido uno de sus mayores atractivos. Desde temas y extensiones hasta docks y efectos visuales, las posibilidades son casi infinitas. Sin embargo, pocas herramientas ofrecen una experiencia tan envolvente como Hidamari, una aplicación moderna que permite utilizar videos o incluso páginas web como fondo de escritorio.
Hidamari destaca por ser una solución completa y elegante para quienes desean darle vida a su entorno de trabajo sin comprometer el rendimiento del sistema. Su enfoque combina estética, funcionalidad y compatibilidad con los entornos de escritorio más utilizados en Linux, especialmente GNOME y sistemas basados en Wayland.
A diferencia de otras herramientas como Xwinwrap o Komorebi, Hidamari no solo reproduce videos en segundo plano, sino que incorpora una serie de características diseñadas para ofrecer una experiencia más fluida y práctica. Entre ellas se incluye la capacidad de iniciarse automáticamente al iniciar sesión, aplicar un fondo estático con efecto de desenfoque, y pausar la reproducción cuando una ventana está maximizada o una aplicación entra en modo de pantalla completa.
Uno de los aspectos más valorados por los usuarios es su compatibilidad con la aceleración por hardware, lo que permite reproducir videos en alta calidad sin afectar significativamente el consumo de recursos. Además, Hidamari es capaz de reproducir contenido en streaming mediante yt-dlp, lo que abre la posibilidad de utilizar videos de plataformas en línea como fondos animados, sin necesidad de descargarlos previamente.
Otra función interesante es su soporte para páginas web como fondo de escritorio. Esta característica amplía considerablemente las opciones de personalización, permitiendo usar desde un sitio web estático hasta aplicaciones interactivas en HTML o incluso juegos desarrollados con motores como Unity o Godot en su versión WebGL.
Para los usuarios que buscan dinamismo, Hidamari incluye una opción llamada “I’m Feeling Lucky”, que selecciona y reproduce un video de forma aleatoria. Esta pequeña adición hace que el escritorio cambie constantemente, aportando un toque de frescura sin necesidad de configurar manualmente cada fondo.
El soporte para múltiples monitores es otro punto a destacar, ya que permite mantener una configuración coherente en sistemas con más de una pantalla. Sumado a su integración con Wayland, esto convierte a Hidamari en una de las opciones más completas dentro de su categoría.
Si bien aún presenta algunas limitaciones —como la falta de aceleración por hardware en la combinación Nvidia + Wayland o la función de pausa automática solo disponible en X11—, el proyecto continúa en desarrollo activo y recibe actualizaciones frecuentes por parte de su comunidad.
En definitiva, Hidamari representa una forma moderna y flexible de transformar el escritorio de Linux en un espacio visualmente atractivo y personalizado. Es una herramienta ideal para quienes disfrutan de la estética y buscan una experiencia más inmersiva, sin renunciar a la estabilidad ni a la eficiencia.
